jueves, 9 de diciembre de 2010

Microhistorias...

Tras un día largo y tedioso y una noche más larga de lo que cualquiera querría soportar, se dejó caer en el asiento. El traslado del cuadro había sido más duro de lo esperado, con un sinfín de papeleos por los que El Genio, en otras circunstancias, no hubiera estado dispuesto a soportar. Siempre le había aburrido soberanamente la burocracia y siempre le había enervado sobremanera la incompetencia.

El avión en el que ambos se trasladaban dejaba atrás la enorme desdicha de la sinrazón y la represión. A medio camino de su destino, el recuerdo somnoliento de aquel frustrante lunes se le antojó lejano pero se alegró de que la lógica por fin jugara a su favor. Era martes por fin y el cuadro y él, libres de la tiranía.

2 comentarios:

  1. Historias pequeñitas!
    Así se pueden mover más facilmente y no ocupan nada... :P
    Pues me parece muy interesante que vayas colgando aquí tus cositas, se leen muy rápido y eso siempre está bien. Además me ha parecido curiosa esta historia. Hale ya, que si no va a ser más largo que el texto tuyo.

    Un beso!

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