miércoles, 23 de junio de 2010

What a crazy, crazy night!


Los nervios se hacían patentes en la multitud a medida que se acercaban las 9 de la noche. Con maravillosa puntualidad, se apagaron todas las luces y el enorme telón de letras plateadas auguraba los mejores presagios. Se pudo sentir un escalofrío que recorrió toda la sala al oír las palabras mágicas: You want the best?You got the best! The hottest band in the world! KISS!! El espectáculo acababa de empezar.

Tras un video en el que unos enormes KISS se acercaban al lugar de la cita, cayó el telón. Un Modern Day Delilah arrollador se metió al público en el bolsillo en cuestión de segundos.
La lista de grandes temas se sucedió desde entonces, desde las clásicas Cold Gin, Firehouse, Deuce, Crazy, Crazy Nights y Calling Doctor Love, pasando por las canciones más recientes como Say Yeah y I´m an animal de su último disco, Sonic Boom. Todo ello mezclado con fuego, impresionante pirotecnia y puro espectáculo de luces y sonido.

Un Paul Stanley en estado de gracia -tanto física como artísticamente- conducía a un entregado público a través de un viaje de algo más de dos horas de adrenalina y rock and roll. Un maestro de ceremonias carismático, cómico y agradecido.

Gene Simmos tampoco defraudó en su diabólico papel, escupiendo sangre por la boca y subiendo casi hasta el techo para interpretar un brutal I Love It Loud ante un enfervorecido público. El guitarrista Tommy Thayer y el batería Eric Singer también tuvieron su momento de gloria, interprentado algunas de las canciones en solitario y disparando bengalas. Uno con su guitarra y otro con su "bazooka".

Con un apoteósico Love Gun, que comenzó a capela y todo el mundo cantando a coro, dio comienzo el intenso y largo colofón de un concierto lleno de entusiasmo. Las gradas y la pista vibraron con temas tan míticos como Black Diamond, Lick It Up, Shout It Out Loud, Beth, I Was Made For Lovin´You (con un Paul Stanley volador) God Gave Rock´n Roll To You II para culminar con un grandioso Rock´n Roll All Nite que desató la locura de los allí presentes, que se dejaron la voz y todas las energías que les quedaban saltando y aplaudiendo al ritmo de la música.

En un momento de concierto, cuando Paul Stanley interactuaba con el público, le preguntó que si querían irse a casa. El público, enloquecido por la mera idea de marcharse se negó rotundamente. El prometió entonces que seguiría allí, porque no quería marcharse a ninguna parte. Pero llegó el final.

Ahora a nosotros nos queda el recuerdo de uno de los mejores espectáculos que hemos visto en años y, por que no decirlo, algunas buenas fotos y otra tanda de videos con una calidad cuestionable.

It was a crazy, crazy night!

P.D.: Ojo al guiño a bandas como Led Zeppelin o The Who y artistas como Clapton. Awesome! Fuck yeah!!

3 comentarios:

  1. YEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!

    La mejor manera de describir el concierto es con un grito ensordecedor, desde lo más profundo, gutural, salvaje, que retumbe con la música a todo volumen, el fuego, la luz...

    Rock'n'Roll!

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  2. ¿Ojo al guiño? que lío... everybody SAID yeah!!! así que no hay más que decir... ¡¡¡bieeeeeeeeeeeeen!!!

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  3. Yo no estuve pero para que veas que soy supermona y supersuave me leo lo que escribes jajaja.
    Y yo hice compañía un ratito en la cola, que siempre ayuda.
    Un besito!

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