jueves, 12 de noviembre de 2009

Divagaciones del día a día...

Echando la vista atrás, no queda más remedio que recordar ciertas cosas. Recuerdo con extraña nitidez momentos cotidianos, aburridamente ordinarios y desprovistos de cualquier significado más allá de lo que son.

Recuerdo, por ejemplo, cuando mi madre me ponía en el coche canciones de Peter, Paul and Mary. ¿Quién me iba a decir a mí que Puff the magic dragon iba a ser una oda al cannabis? Para mi tierna visión infantil era sólo una melodía bonita, con unas vocecillas aflautadas. Pero era tan inexplicablemente reconfortante que hacía que ir en el coche mirando por la ventanilla de atrás pareciese el mejor de los pasatiempos.

También recuerdo momentos malos, desagradables e incluso agobiantes. Pero no vale la pena mencionarlos. Las reminiscencias oscuras o negativas son parte de la finalidad de este texto, pero huyo como de la peste de lo morboso, así que os quedáis sin saberlo…: P

A veces nuestros esquemas se rompen de la manera más dolorosa e incontrolable posible. Y así nos quedamos, con cara de espanto, dubitativos y en una difícil encrucijada. Cuando nos encontramos tan sumidos en nuestra propia duda, en nuestro conflicto interior, nos parece imposible poder salir. No somos capaces de ver las evidentes señales que nos conducen a la salida.

Esa salida es siempre el presente, que nos lleva irremediablemente a cimentar poco a poco nuestro propio futuro. No hablamos de lugares físicos per se, ni de circunstancias concretas. Se trata de encontrar ese lugar en nuestra mente donde ya no sufriremos por lo que nos hacía daño, por lo que no nos dejaba dormir, por lo que nos constreñía. Ese rinconcito del alma que recordará siempre, pero que logrará olvidar la añoranza. Porque la añoranza muere gota a gota por sí sola.

Somos, por tanto, más fuertes que el sentimiento de extrañar, porque este siempre se deja morir, aunque parezca imposible. Pero, afortunadamente, no somos más fuertes que el recuerdo. El recuerdo es inmortal y nos hace lo que somos. Pero la necesidad de encontrar nuevos recuerdos, también contribuye a fraguar nuestra identidad.

Así que, de cara a lo que cada uno nos espera…
Oh yeah, we´ll keep on fighting!

“Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza”. Paul Géraldy (1885-1983) Poeta y dramaturgo francés.


P.D: Disculpad mis reflexiones, esta especie de pseudo filosofía de todo a cien. Soy consciente de la impopularidad de este tipo de textos, pero es que en las clases de literatura mi mente no puede evitar volar lejos, muy lejos…

4 comentarios:

  1. Ya lo decían los Python:
    Some things in life are bad
    They can really make you mad
    Other things just make you swear and curse.
    When you're chewing on life's gristle
    Don't grumble, give a whistle
    And this'll help things turn out for the best...

    Always look on the light side of life...

    Pues eso, que lo mejor que podemos hacer es cagarnos en todo, aliviarnos a conciencia y tirar para delante... Bonito post.

    Un beso fuette! :)

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  2. De que me suena a mi todo lo que has escrito...

    Estoy completamente de acuerdo, pero me gustaria poder comparar un texto escrito por alguien que ha encontrado su refugio personal con el texto de alguien que lo intenta y es incapaz de abstraerse del dolor de los recuerdos.

    Seguramente nos dariamos cuenta como pequeñas sutilezas, cambios apenas perceptibles en la forma de afrontar la vida son los responsables de desequilibrar la balanza entre la frustración y la aceptación.

    Es muy dificil salir del círculo vicioso que son los recuerdos del pasado, sobre todo cuando te das cuenta de que cada momento, por insignificante que parezca, del dia a dia se puede convertir en un recuerdo que te haga daño en un futuro.

    ¿Como coviertes esos recuerdos que te hacen sufrir en simplemente recuerdos? ¿Cuando eres capaz de volver la vista atras sin caer en la espiral de reproches internos y preguntas sin responder?

    Lamentablemente nadie tiene un interruptor mágico para poder darle la vuelta a tu cabeza y empezar a pensar de una forma mas positiva.

    Pero si de algo me he dado cuenta es que la única persona que te puede ayudar, la única persona con la que tienes que rendir cuentas, la única persona que siempre va a estar contigo y a la que le debes el esfuerzo de seguir hacia delante eres tu mism@.

    Y sin saber como, llega un momento en el que sientes que por fín empiezas a dominar la situación, empiezas a recordar sin dolor, aceptas los recuerdos como parte de tu pasado pero sin dejar que influyan en el presente y te das cuenta de que poco a poco, vas ganando la batalla.

    A veces solo hace falta charlar con una amiga, otras veces necesitas ver como hay gente a tu alrededor que juegan con la vida como si de un juego de azar se tratara y otras veces simplemente necesitas cerrar los ojos, respirar hondo y seguir.

    P.D. Muy buen post.
    P.D 2. Para cuando uno sobre malamadre? ;-)

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  3. A mí... también me gusta. FIN.

    En clase de HPU mi mente no puede evitar estamparse contra el suelo.

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  4. "No hablamos de lugares físicos per se, ni de circunstancias concretas. Se trata de encontrar ese lugar en nuestra mente donde ya no sufriremos por lo que nos hacía daño, por lo que no nos dejaba dormir, por lo que nos constreñía. "

    Pues yo me sé de un lugar físico en el que puedo dejar de sufrir por algunas cosas que me hacen daño, que a veces no me dejan dormir...que me constriñen... y en el que tan sólo tengo que dejar fluir mis "pensamientos". ;D

    ZAS!

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