domingo, 29 de noviembre de 2009

Back in blog!

Hace justamente nueve días que no actualizo el blog. Seguramente os preguntareis con vuestra hermosa candidez y ternura ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué está pasando aquí? Y sobre todo, ¿volverá?

Si, mis pequeños y queridos lectores, he vuelto. Disculpad mi ausencia pero hace exactamente una semana ocurrió un suceso terrible que bloqueó mi mente y que impidió que las palabras fluyeran. Fue como un apagón cerebral si queréis llamarlo de alguna manera. Una experiencia casi mística que me ayudó a reafirmarme en mi primaria idea de “di siempre no a lo gratis” (en contraposición a lo que diría Muchachada Nui)

El caso, para no entrar en mucho detalle porque quiero ahorraros el mal trago, es que llegaron a nuestras manos unas entradas para ver una “obra de teatro” (véase la importancia del entrecomillado) llamada Glow. Sólo puedo decir que tras una hora de insufrible horror nos salimos en plena representación desesperados, algunos buscando una ducha, otros un fusil, otros un bidón de gasolina y otros un mechero que funcionase. Pero todos buscando lo mismo al fin y al cabo, venganza por saber que no podremos recuperar esos 60 minutos de nuestra vida que nos arrebataron brutal, triste, indecente y casposamente.
Me llamareis exagerada pero eso es porque no habéis estado ahí…

But no worries! Después de ese espectáculo espeluznante llegó a mis oídos una noticia que me alegró la semana. ¡KISS EN MADRID! YEAH! He de decir que yo ya les conocía y no sólo por sus canciones. Fue una fría noche de octubre, en Tribunal. Me sorprendió que fueran gente sencilla, iban en metro, sacaban dinero, comían tortilla de patata… y llevaban bastante bien el éxito. They rocked and roll all nite y luego se fueron. No volví a verles. Incluso Gene Simmons y yo tuvimos una historia y ni siquiera volvió a llamar…
Estrellas del rock, ¿qué vas a hacer con ellos?
¡Pero el 22 de junio estaremos ahí para darles de nuevo la bienvenida en Madrid Rock City!!

Pd1: Chicas, nunca se sabe quien será famoso en el futuro, así que no seáis unas estrechas. :-P
Pd2: Recordad, God gave rock and roll to you.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Manifiesto Tosarista

Llamo a todos aquellos que se consideran a sí mismo cinéfilos a unirse a este movimiento. Este paisano del norte encarna con tal maestría al delincuente Malamadre de Celda 211, que ha convertido a este líder de paletos, rateros y asesinos en uno de los personajes más interesantes que se han visto en nuestro cine en los últimos años.

Pero, vamos por partes. El verdadero protagonista de la película no es Tosar, si no el joven Alberto Ammann, que interpreta a un funcionario de prisiones recién llegado que, por obra y gracia de la incompetencia de sus compañeros, se queda encerrado en la celda 211 y atrapado en un motín que llevaba fraguándose días.

Hay que decir que se agradece una película dura y sin complejos como es esta. Una buena película de acción made in Spain que se aleja de lo que generalmente exporta nuestro cine al extranjero: putas, drogas, curas, más putas, violaciones, relaciones incestuosas, drogas otra vez, guerra civil… Su ritmo trepidante, sus diálogos bien construidos, su crítica feroz y sus actores reales y auténticos hasta el desagrado, hacen de esta película algo digno de ver.

Pero Malamadre merece un guión aparte y es el motivo y objeto de este manifiesto. Es un personaje de enorme presencia, voz grave, extraña comicidad y una profunda y brutal violencia que permanece controlada pero que, como un torrente de ira contenida, puede desatarse en cualquier momento. Es evidente que todos le temen, resulta impredecible, capaz de cualquier cosa. Sin embargo, resulta aterrador que no necesite ni demostrarlo. Irradia fuerza, energía, poder…Con una mirada impone pero su “apoyo” o su “amabilidad” logran reconfortar de una manera inexplicable.

Malamadre, paradoja hasta el extremo. Genio y figura, también:

Situación: Malamadre, después de obligar al “calzones” a desnudarse delante de todos los presos. El “calzones” ha sido puesto a prueba y humillado públicamente. Cuando la masa se ha dispersado, Malamadre dice:
- ¿Pero cómo se te ocurre ponerte en bolas delante de esta pandilla de maricones? Anda que ya te vale…
(Escena de Celda 211)

¡Viva Luis Tosar!
¡Y abajo Ramoncín! ¿Esto por qué? Pues porque sí :P

lunes, 16 de noviembre de 2009

Preguntas...

Como todos sabéis, soy una persona increíblemente intelectual y sesuda. No puedo evitar reflexionar de forma constante sobre lo que nos rodea. De esa reflexión han salido una serie de preguntas. Estás son sólo algunas de las que suelo hacerme a mi misma con cierta regularidad. Podréis entender algunas, otras no, no pasa nada. Estáis más que invitados a intentar responderlas e incluso a proponer otras.

Considerad este blog como el foro de debate definitivo. No busco otro propósito que el conocimiento profundo del universo.

-¿Por qué el anuncio de Mon Chérie sigue siendo el mismo desde hace años?

-¿Por qué durante los setenta los grandes cineastas se dedicaron a hacer películas sin argumento?

-¿Por qué el alumbrado navideño comienza en noviembre y el 6 de enero, Día de Reyes, ya lo están quitando?

-¿Por qué siempre que te dicen “no es por ti” efectivamente lo es?

-¿Porqué Beatriz Montañez pronuncia tanto en inglés?

-¿Por qué se le suele pedir a Dios paciencia cuando lo que realmente necesitas es un bate?

-¿Por qué Isabel Coixet pone esos títulos tan pedantes a sus infumables películas?

-¿Por qué hay gente en periodismo que apenas sabe leer y mucho menos escribir?

-¿Por qué en las películas y series americanas la gente no cierra las puertas con llave?

-¿Por qué nunca se cae ningún Ferrero Rocher de la bandeja?

Esto es un simple decálogo inicial. Ya os iré trasmitiendo el resto de mis inquietudes en el futuro…

¡Un abrazo! Y, sobre todo, no reflexionéis demasiado.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Divagaciones del día a día...

Echando la vista atrás, no queda más remedio que recordar ciertas cosas. Recuerdo con extraña nitidez momentos cotidianos, aburridamente ordinarios y desprovistos de cualquier significado más allá de lo que son.

Recuerdo, por ejemplo, cuando mi madre me ponía en el coche canciones de Peter, Paul and Mary. ¿Quién me iba a decir a mí que Puff the magic dragon iba a ser una oda al cannabis? Para mi tierna visión infantil era sólo una melodía bonita, con unas vocecillas aflautadas. Pero era tan inexplicablemente reconfortante que hacía que ir en el coche mirando por la ventanilla de atrás pareciese el mejor de los pasatiempos.

También recuerdo momentos malos, desagradables e incluso agobiantes. Pero no vale la pena mencionarlos. Las reminiscencias oscuras o negativas son parte de la finalidad de este texto, pero huyo como de la peste de lo morboso, así que os quedáis sin saberlo…: P

A veces nuestros esquemas se rompen de la manera más dolorosa e incontrolable posible. Y así nos quedamos, con cara de espanto, dubitativos y en una difícil encrucijada. Cuando nos encontramos tan sumidos en nuestra propia duda, en nuestro conflicto interior, nos parece imposible poder salir. No somos capaces de ver las evidentes señales que nos conducen a la salida.

Esa salida es siempre el presente, que nos lleva irremediablemente a cimentar poco a poco nuestro propio futuro. No hablamos de lugares físicos per se, ni de circunstancias concretas. Se trata de encontrar ese lugar en nuestra mente donde ya no sufriremos por lo que nos hacía daño, por lo que no nos dejaba dormir, por lo que nos constreñía. Ese rinconcito del alma que recordará siempre, pero que logrará olvidar la añoranza. Porque la añoranza muere gota a gota por sí sola.

Somos, por tanto, más fuertes que el sentimiento de extrañar, porque este siempre se deja morir, aunque parezca imposible. Pero, afortunadamente, no somos más fuertes que el recuerdo. El recuerdo es inmortal y nos hace lo que somos. Pero la necesidad de encontrar nuevos recuerdos, también contribuye a fraguar nuestra identidad.

Así que, de cara a lo que cada uno nos espera…
Oh yeah, we´ll keep on fighting!

“Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza”. Paul Géraldy (1885-1983) Poeta y dramaturgo francés.


P.D: Disculpad mis reflexiones, esta especie de pseudo filosofía de todo a cien. Soy consciente de la impopularidad de este tipo de textos, pero es que en las clases de literatura mi mente no puede evitar volar lejos, muy lejos…

sábado, 7 de noviembre de 2009

Pequeñas infamias...

Obnubilado por las ansias de reconocimiento público, su vida se había convertido en una insoportable monotonía. Se levantaba temprano, tomaba su café solo de las mañanas mientras leía el periódico, hacía algo de ejercicio y comenzaba presto lo que él consideraba como obligaciones diarias.

Lo primero que hacía era contestar los emails de los fans, ávidos lectores que le pedían con vehemencia que continuara la interminable saga de libros que había empezado años atrás. Intentando disimular su satisfacción por la evidente pasión de sus fieles, contestaba a todos y cada uno de los emails con una fingida humildad que, por su preconcebida intención, resultaba irritantemente pedante.

Nada más terminar su pequeño paseo de autocomplacencia diario, dispuso todo para escribir el par de artículos que debía enviar al día siguiente sin falta. Ambos los fechó y los guardo en dos carpetas distintas en su escritorio. Una se llamaba Entrega de la semana y la otra Posteridad. Tenía la mala de costumbre de guardar todo aquello que escribía, ya fuera bueno o malo y de fecharlo, además. Su obsesión por la posteridad llegaba a tales extremos que, en sus propios libros, escribía anotaciones a los márgenes, de manera que fuera más fácil para los historiadores analizar su vida y su obra cuando pasara a mejor vida. Su mente retorcida y pagada de sí misma actuaba incluso desde ultratumba.

Ni que decir tiene que conservaba todas y cada una de las grabaciones de su presencia en actos públicos, así como todas las entrevistas y reportajes que de su persona se habían publicado. Se encontraba satisfecho de sí mismo, de su obra y de su fama. Y no era capaz de ocultarlo.

Aquella tarde le llamó su representante. Como siempre, hablaban de esto y de aquello. Algo que no dejaba de ser, bajo su punto de vista, conversaciones mundanas que le acercaban al resto de los mortales. Su representante, un hombre afable con cierta tendencia al piropo fácil y a las alabanzas desmedidas, le dejó caer que su nombre era el mejor situado para aquellos importantes premios literarios que se entregarían en pocos meses. Estaba tan feliz que no pudo siquiera fingir indiferencia y soltó unas de esas grandilocuentes frases que, en ocasiones llegaba a apuntarse en una especie de diario que llevaba en el bolsillo.

Su representante le aseguró que esa misma noche se sabría el nombre y que no se extrañara si recibía una llamada suya a altas horas de la madrugada para darle la enhorabuena. Colgó el teléfono satisfecho, no había otra posibilidad que sentirse un ganador. Y esta vez, ni siquiera era él quien lo decía.

Pero aquella noche el teléfono decidió no sonar. Se quedó dormido en el butacón del salón esperando la llamada que nunca se produjo. Cuando despertó le invadió la aplastante certeza de que era como los demás. La extraña amargura de la mediocridad.

Aquel día su rutina se rompió de golpe y, no sólo no escribió nada, sino que ni siquiera salió de la cama.


“¿Por qué preocuparme de la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?”- Groucho Marx.

jueves, 5 de noviembre de 2009

This is it...


Disculpad dos post seguidos de pseudo crítica (como si tuviera la capacidad o la potestad para ser tomada en serio...:P) pero ayer vimos This is it en el cine y no podía menos que pronunciarme al respecto.

Reconozco que tenía mis reservas ante dicho acontecimiento. No podía evitar verlo como un burdo intento de explotar aún más la imagen de Michael Jackson de una manera sensiblera y pobre. Nada más lejos de la realidad, aunque tampoco se puede negar el objetivo recaudatorio del proyecto. This is it no es un documental sobre las luces y sombras del rey del pop, ni lo pretende, no busca polémicas, es simplemente un llano y sincero homenaje a su figura como artista.

El material de los ensayos nos ofrece un esbozo de lo que habría sido uno de los mejores espectáculos de los últimos tiempos: unos bailarines excelentes, unos músicos extraordinarios, una puesta en escena impactante y un Jackson comprometido, profesional y entregado como nunca.

La originalidad de los vídeos de presentación de canciones como Smooth Criminal o Thriller es indiscutible. Sólo Jacko es capaz de trasladarnos a los años 50, devolviéndonos a Gilda con una trepidante persecución y, por si fuera poco, nos construye un cementerio lleno de zombies que bailan incluso mejor que en 1982. Eso si, apenas si se vio algún moonwalk, pero hasta que acaba la película no llegas realmente a percatarte de ello.

Con algún que otro momento de ñoñería que, para mi gusto, era prescindible, hay que reconocer que This is it es una maravillosa demostración de arte, técnica y pura genialidad. Cuando Jackson baila se produce el silencio. Un suspiro de gozo invade la sala. Sigue siendo el mismo. No perdió la voz, ni la energía, ni la profesionalidad.

Para alguien como yo, a quien siempre le habían gustado sus canciones, pero que no podía osar a declararse seguidora fiel de Michael, ha sido una bonita sorpresa ser testigo de este espectáculo. A pesar de las circunstancias, el talento de este hombre delgadito, excéntrico hasta el extremo y controvertido, es inmortal e inimitable.

Pocos personajes logran ser eternos. Ahora, Michael Jackson descansa prematuramente, lejos de una vida que fue dulce y cruel a partes iguales. Pero ya no hay que preocuparse más por su evidente fragilidad. La eternidad, por suerte, es para siempre.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Woke up this morning...

Hace 10 años un hombre de familia italoamericana afincado en Nueva Jersey escribió y dirigió el episodio piloto de una serie que cambiaría la historia de la televisión. Aquel hombre se llamaba David Chase y, su obra maestra, Los Soprano.

En un primer momento, la serie fue vista como una nueva vuelta de tuerca al tema de la mafia pero, poco a poco, se fue desmarcando de esa concepción simplista, convirtiéndose en una dura y mordaz crítica al estilo de vida norteamericano, a las relaciones familiares, a la hipocresía social y al uso y abuso de la violencia gratuita.

La serie se basa en la vida de Tony Soprano, un cuarentón del norte de Jersey que tiene un trabajo un tanto inusual como jefe de la familia mafiosa de la zona. Esta situación, unida a la de tener dos adolescentes en casa y una madre histriónica y dramática hasta el extremo, le conducen a tener frecuentes ataques de pánico. La historia, por tanto, comienza en la consulta de la psiquiatra Jennifer Melfi, quien trata de ayudar a su peculiar paciente a superar sus problemas de ansiedad.

Con esta premisa, que muestra desde el principio un extraño sentido del humor, comienza la andadura de una serie que permaneció ocho años en antena con cuotas de audiencia inusitadas para la pequeña y prácticamente desconocida por aquel entonces HBO.

El argumento de la serie es, sin duda, original, David Chase muestra sus dotes de creador y su prodigio televisivo en cada episodio. Como si se tratara de películas del mejor cine negro, no existe ningún tipo de esquema predeterminado, siendo cada episodio único estructuralmente, aunque respetando siempre el desarrollo de la trama. Son pequeñas e independientes obras de arte con una fotografía y unos actores simplemente deslumbrantes.

Desde la música, que cuenta con una recopilación variopinta de éxitos de los 70 y 80 y de canciones prácticamente desconocidas para el gran público, hasta los diálogos, repletos de expresiones y latiguillos del mundo del HAMPA, cuidados hasta el extremo que son, según policía antimafia y propios miembros de la Cosa Nostra, de una realidad asombrosa.
La profundidad de los temas que trata la serie es de sumo detalle y sutileza. Es curioso ver como se mezcla la más dura violencia, representada hasta el extremo y en todas sus variantes, con la exquisita poesía de lo que no se dice, de lo que se asume tácitamente, de lo que cada uno siente. Esa unión de lo brutal y de lo primitivo con lo íntimo, casi alcanzando el mundo onírico, es lo que hace realmente especial esta serie. Cualquiera se puede identificar con Tony, con Carmela, con Cris, con Silvio…todos tienen esa maravillosa humanidad que los hace reales y esa brutalidad que los convierte en seres despreciables, pero que seríamos incapaces de odiar o amar si no nos resultaran humanos.

Ayer terminé de verla. Pero no penséis que se trata de un enamoramiento pasajero. No es esa típica fascinación inicial de los amantes, esa maravillosa sensación de cuando todo resulta nuevo y excitante. Es la tercera vez que veo la serie completa y cada capítulo, cada línea de diálogo consigue cautivarme tanto o más que el primer día.
Amor verdadero, diría yo… ;-)

P.D. Niños y niñas, si os decidís a ver la serie hacedlo en versión original, los matices lo son todo.