como me recordó cierto caballerete. Sé que estaréis pensando que sería más llamativo tener
2.000 visitas al día, pero 2.000 es más que 0, que 1, que 2...and so on ¡madre mía, cuánto he aprendido en un año!
La creación de este rinconcito hace 365 días respondía sencillamente a una necesidad práctica y personal. Un manera de salir de la rutina de no hacer nada o de hacer poco, de las clases tediosas, del aburrimiento existencial y de cosas por el estilo. Todos los periodistas en ciernes se abren un blog, sé que no hay nada de original en eso, pero la diferencia con muchos otros es que no pretendo incluir este blog en mi currículum, ni dotarle de más importancia de la que tiene, sólo quiero seguir desahogándome de mi día a día pesado, aburrido e insuficiente. Al menos en el punto de vista laboral, claro.
Por esa razón, cuando este blog deje de funcionar sabréis que será porque he encontrado un trabajo del que me siento orgullosa y en el que me gusta lo que escribo. Eso, o que me asesine alguien al que le debo pasta, aunque espero fervientemente que sea lo primero. Mientras tanto, seguiré utilizándolo egoístamente para canalizar mi ira sobre todo lo que es "guay", "cool", "fashion" y "súper". Un terapia estupenda y, sobre todo, adecuada a mi bolsillo, como sabéis, generalmente vacío.
Gracias a todos los que habéis leído y escrito durante este año, aunque no me hayáis hecho rica, se os quiere igual.