martes, 8 de febrero de 2011

Una odisea en la ciudad...

En Madrid no se puede reciclar. Bueno sí se puede pero, como buena aventura sólo necesitas muchas ganas de hacerlo, coraje, valor, paciencia y, lo más importante, coche. Por muy parádojico y poco medioambiental que eso resulte.

Tras hacer una limpieza a fondo en tu casa -esas que tienes que hacer de cuando en cuando para calmar los nervios de tu madre o para que no se te coma la mierda- te encuentras con los doscientos mil cacharros que has acumulado a lo largo de los años, la mayoría ni recordabas que los tenías, y decides hacer lo correcto, reciclar. Ya sea porque otros niños lo hacen, porque está de moda ser ecológico o porque crees que es importante que todos aportemos nuestro granito de arena. Cualquier excusa es buena. Just do it.

Anyway, te pones manos a la obra y como buen joven internauta visitas la página web del ayuntamiento de Madrid y te informas de los puntos limpios móviles, ya que los fijos están a tomar por culo a la derecha y si eres un pringao -como es mi caso, entre otros- no tienes coche y por ende, no tienes forma de llegar a dicho punto limpio.

Encuentras el punto limpio más cercano, el cual sólo funciona un día a la semana durante poco más de una hora, y te pones manos a la obra. Bajas tus trastos, sacando brazos de donde no los hay y haciendo malabarismos por la calle.

Llegas y el amable señor del ayuntamiento te hace un repaso de lo que llevas. Escudriña tus trastos con una rapidez sorprendente y te pone todas las pegas posibles. De primeras, sólo puede coger 5 cintas vhs por persona y no las 10 que llevas tú, no coge aparatos relacionados con ordenadores, ni de un tamaño superior a x, por supuesto no acepta muebles ni nada que se le parezca (aunque eso tiene sentido, ya que existe un servicio de recogida de muebles) y el monitor de ordenador tampoco lo coge, por ser demasiado grande y porque los monitores y las televisiones sólo se reciclan en el punto limpio fijo.

Con toda tu candidez preguntas donde es posible dejar el monitor, ya que eres un pobre diablo sin si coche, no tienes manera de llegar al punto limpio fijo y no quieres tirarlo a la basura convencional. En este punto te agarras a tu deseo de hacer lo correcto, de reciclar, como si fuera un clavo ardiendo. Ya es una cuestión de honor. El hombre que tienes enfrente te dice que hay una opción, que puedes llamar al 010, que es el servicio de recogida de trastos viejos, que pasa a
recogerlo, pero que no lo recicla. ¡Joder! ¡Tu gozo en un pozo! Y desearías que tu monitor también lo estuviera en esos instantes ya que pesa como un demonio.

Alicaído y vencido, te rindes y te llevas el ordenador por donde has venido. Pero el tío se tira el rollo, te dice que por las cintas no te preocupes, que aunque sólo puede coger 5, va a hcer una excepción y te coge las 10...

Awesome.